Importancia de la radiación solar
La importancia de la radiación solar para las plantas reside en la luz absorbida o emitida; en efecto, esta se traduce en energía necesaria para el desarrollo del proceso fotosintético. Ademas de emitida o absorbida, esta energía puede ser también reflejada o transmitida. Existe una ley que describe el fenómeno de atenuación de la energía en el interior de las cubiertas vegetales (ley de Beer), la cual resulta fuertemente dependiente de la absorbencia.
La agricultura saca ya abundante partido de esta disponibilidad energética, pero aún no es suficientemente aprovechado este potencial como fuente de energías limpias y alternativas para complementar los recursos energéticos convencionales. Es previsible que en un futuro inmediato el aprovechamiento se haga cada vez más intensivo, aunque no sea más que como contribución a la reducción de nuestros niveles de emisión de gases de efecto invernadero, colaborando así al cumplimiento de los compromisos internacionales contraídos en Kyoto en esta dirección.
La presencia del Sol es de gran importancia para el planeta Tierra:
- Regula los principales mecanismos físicos que rigen la Tierra.
- Es el encargado de transmitir una gran cantidad de energía que nos llega a la Tierra a través de los rayos solares.
- Esta energía es también aprovechada por los organismos fotosintéticos (que constituyen la base de la cadena trófica) y de esta forma es su principal fuente de energía.
- El Sol actúa sobre la atmósfera y el campo magnético terrestres provocando auroras polares, perturbaciones magnéticas y radioeléctricas.
- Y en función del tema principal que estamos tratando, su energía permite que funcionen los diferentes procesos climáticos en nuestro planeta.
La agricultura saca ya abundante partido de esta disponibilidad energética, pero aún no es suficientemente aprovechado este potencial como fuente de energías limpias y alternativas para complementar los recursos energéticos convencionales. Es previsible que en un futuro inmediato el aprovechamiento se haga cada vez más intensivo, aunque no sea más que como contribución a la reducción de nuestros niveles de emisión de gases de efecto invernadero, colaborando así al cumplimiento de los compromisos internacionales contraídos en Kyoto en esta dirección.
La presencia del Sol es de gran importancia para el planeta Tierra:
- Regula los principales mecanismos físicos que rigen la Tierra.
- Es el encargado de transmitir una gran cantidad de energía que nos llega a la Tierra a través de los rayos solares.
- Esta energía es también aprovechada por los organismos fotosintéticos (que constituyen la base de la cadena trófica) y de esta forma es su principal fuente de energía.
- El Sol actúa sobre la atmósfera y el campo magnético terrestres provocando auroras polares, perturbaciones magnéticas y radioeléctricas.
- Y en función del tema principal que estamos tratando, su energía permite que funcionen los diferentes procesos climáticos en nuestro planeta.
Toda esta energía que recibimos del Sol es justo la necesaria para que no se evapore el agua de la atmósfera ni hacer que se quede permanentemente congelada.
La atmósfera tiene la función de retener y modular la cantidad de radiación que llega, y así mantener una temperatura suave que permite que exista vida. Hace que exista un equilibrio energético:
- Una parte de las radiaciones luminosas y caloríficas procedentes del Sol son absorbidas por la atmósfera.
- La superficie terrestre absorbe otra parte.
- Otra parte es reflejada al espacio desde la atmósfera, esta cantidad de radiación solar se llama albedo (la fracción de la radiación solar que se refleja por la Tierra, atribuyéndose a su valor medio de 0,34 a 0,45, o sea entre un tercio y casi la mitad de la radiación incidente).