Historia de la Botánica: Edad Media
Todas las conquistas alcanzadas en la antigüedad clásica debieron ser redescubiertas a partir del siglo XII, por perderse o ignorarse buena parte de ellas durante la baja Edad Media, tras la caída del Imperio romano en el siglo V. Sólo la tradición conservadora de la Iglesia y la labor de contadas personalidades hicieron avanzar, aunque muy lentamente, el conocimiento de los vegetales.
Durante la Edad Media debe señalarse la gran importancia que tuvieron los árabes, que dominaron en aquellas épocas gran parte de Occidente. El biólogo kurdo Ābu Ḥanīfah Āḥmad ibn Dawūd Dīnawarī
(828-896) se considera el fundador de la botánica árabe debido a su
obra «Kitâb al-nabât» (‘Libro de plantas’), en la cual se reseñan al
menos 637 especies de plantas y se discute el desarrollo vegetal, desde
la germinación hasta la senescencia, describiendo las fases del crecimiento y la producción de flores y frutos.
La obra de Teofrasto De historia plantarum sirvió como un punto de referencia durante varios siglos y fue ampliada aproximadamente en el año 1200 por Giovanni Bodeo da Stapelio quien agregó comentarios y dibujos. En ese mismo siglo, el biólogo andalusí Abu al-Abbas al-Nabati desarrolló un método científico para la botánica, introduciendo técnicas empíricas y experimentales para las pruebas y descripciones de las hierbas medicinales, separando la información no verificada de aquella respaldada por la observación y la experimentación. Su alumno, Ibn al-Baitar (1197-1248), escribió una enciclopedia farmacéutica (Kitāb al-Jāmiʻ li-mufradāt al-adwiya wa-l-aghdhiya, ‘Libro recopilatorio de medicinas y productos alimenticios simples’)
en la que se describieron 1400 especies de plantas, alimentos y drogas,
300 de los cuales eran descubrimientos propios. Su obra fue traducida
al latín y tuvo una gran influencia en el desarrollo de los biólogos y
herboristas europeos de los siglos XVIII y XIX. Durante el califato de Córdoba se destacó la labor de Abul-Qasim Khakaf ibn al Abbas al Zahravi, más conocido como Albucasis (936-1013), quien escribió su Higiene, obra que contiene 166 dibujos de plantas con comentarios acerca de ellas. De importancia central en esta época fue Alberto Magno (1193-1206), cuya obra De vegetabilis et plantis libri septem
(‘Siete libros de vegetales y plantas’, 1250), compuesta por siete
libros, constituye un ensayo de inspiración aristotélica en el que se
incluyen problemas de Fisiología vegetal
y una clasificación de las plantas refundiendo la de Aristóteles y la
de Teofrasto y en la que se distinguen las plantas «sin hojas» (en donde
se incluyen buena parte de las criptógamas)
de las plantas «con hojas» (las plantas superiores). Estas últimas, a
su vez, las dividió en «plantas corticadas» (las que luego serían
denominadas monocotiledóneas) y «plantas tunicadas» (más tarde conocidas como dicotiledóneas).
El herbario medieval
Los estudiosos de las plantas del período manuscrito consideraban
útil ilustrar sus escritos para hacerlos más inteligibles; y con este
fin incorporaron en sus textos ilustraciones coloreadas. Pero los
sucesivos copistas, a lo largo de un período de mil años, fueron
añadiendo progresivas distorsiones, por lo que las ilustraciones, en vez
de resultar una ayuda, se convirtieron en un obstáculo para la claridad
y precisión de las descripciones. Por otra parte, aquellos autores que
renunciaban a incorporar ilustraciones en sus textos, comprobaron que
sus descripciones textuales eran incapaces de describir las plantas con
suficiente fidelidad como para que pudieran ser reconocidas, pues las
mismas plantas recibían nombres diferentes en los distintos lugares y,
además, el lenguaje botánico no estaba desarrollado. De ahí que,
finalmente, muchos autores renunciaran también a describir las plantas y
se contentaran con enumerar todos los nombres que conocían de cada
planta, así como las dolencias humanas para las que resultaban
beneficiosas. Esta enumeración de nombres comunes de plantas y sus usos medicinales constituían el herbario medieval.
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_la_bot%C3%A1nica