Fotosíntesis
La fotosíntesis es un conjunto de reacciones que realizan todas las
plantas verdes (que poseen clorofila), las cianofíceas y algunas
bacterias, y a través de las cuales se sintetizan glúcidos o hidratos de
carbono por acción de la luz en presencia de la citada clorofila y
otros pigmentos, y con el concurso del dióxido de carbono atmosférico y
el agua.
En resumen, la fotosíntesis es la transformación de la
energía luminosa en energía química. Su importancia no es de índole
menor, pues prácticamente toda la energía consumida por la vida de la
biosfera terrestre procede de la fotosíntesis.
La clorofila.
La fotosíntesis es posible
gracias a una sustancia denominada clorofila. Se trata de un pigmento de
color verde que se encuentra en las plantas y procariotas que realizan
la función clorofílica.
Las plantas precisan de energía luminosa para realizar la fotosíntesis.
La clorofila se halla localizada en los cloroplastos de las células
eucariotas vegetales. Su actividad biológica es importantísima, ya que
es la que hace posible la función clorofílica.
La fotosíntesis se realiza en los cloroplastos de las células vegetales, gracias a una sustancia llamada clorofila.
Básicamente podemos definir la clorofila como la encargada de
absorber la luz necesaria para que la fotosíntesis pueda ser llevada a
cabo. Las plantas absorben agua del suelo y dióxido de carbono de la
atmósfera, y forman sustancias orgánicas energéticas, como la glucosa.
El motor de todo el mecanismo es la luz solar; el proceso culmina
finalmente con la transformación de la energía luminosa en energía
química.
Los tipos de clorofila.
Existen varios
tipos de clorofilas; A, B, C, D, y la bacterioclorofila, cada cual con
su correspondiente franja de longitudes de onda (ancho que ocupan dentro
del espectro luminoso), que les confiere propiedades de absorción
diferentes, en base a las también diferentes estructuras moleculares de
cada clorofila.
La clorofila es la encargada de absorber la luz necesaria para que la fotosíntesis pueda ser llevada a cabo, proceso que culmina con la transformación de la energía luminosa en energía química.
Los tipos más comunes de clorofilas son la A y B; las demás no
tienen tanta importancia funcional. La de tipo A supone dentro de las
plantas verdes alrededor del 75% de todas las clorofilas; capturan la
energía luminosa dentro del espectro rojo y violeta. Por su parte, la
clorofila de tipo B es un pigmento de menor entidad que no absorbe la
luz dentro de la longitud de onda más común citado, pero que tiene la
propiedad de transferir la energía recibida a las clorofilas de tipo A,
las cuales finalmente sí convierten esa energía luminosa en energía
química.
Reacción lumínica y reacción en la oscuridad.
La fotosíntesis se realiza en dos fases o etapas: la reacción
lumínica, y la reacción en la oscuridad. La reacción lumínica actúa en
presencia de luz con independencia de la temperatura reinante (siempre
que ésta no sobrepase determinados límites). Por su parte, la reacción
en la oscuridad tiene lugar con independencia de la luz pero no de la
temperatura, aunque ésta última debe mantenerse igualmente dentro de
unos límites para que sea efectiva.
La fotosíntesis se realiza en dos etapas: reacción luminosa y reacción en la oscuridad. Ambas permiten que la transformación de la energía sea permanente
Se inicia la fotosíntesis con la absorción de fotones
(energía luminosa) a nivel de los pigmentos activos. Éstos trasladan a
las clorofilas la energía que se suma a la absorbida por las mismas.
Aquí la clorofila realiza su labor más importante y esencial en todo el
proceso, capturando la energía de las diferentes longitudes de onda,
principalmente del espectro rojo y violeta que corresponden a las
clorofilas de tipo A.
Estas reacciones ocurren en los cloroplastos
que se encuentran dentro de las células, y donde están contenidas las
citadas clorofilas y otra serie de compuestos, todos ellos parte activa
en la función clorofílica en mayor o menor medida.
La reacción en
la oscuridad, por su parte, permite que la energía capturada en
presencia de luz, y por tanto temporal, siga capturándose
permanentemente en forma de glucosa.
En resumen, el balance total o
efecto neto de la fotosíntesis queda establecido como glucosa, a través
de un gasto energético de luz solar, es decir, el dióxido de carbono
más agua proporciona oxígeno y glucosa.
Fuente: http://www.natureduca.com/cienc_gen_fotosintesis.php